Habida cuenta de que el diseño en que estaba basado  la organización interna del C.P. de Jaén, era obsoleto y no favorecedor de la reeducación y reinserción que se pretendía con las personas internas, o sea, dividido en módulos que albergaban internos según fuesen primarios o reincidentes y la gravedad de sus delitos y condenas, sin tener para nada en cuenta las circunstancias personales del interno, sus problemas de adicciones y sus carencias, etc. El Equipo Directivo rediseñó la concepción de la prisión en tres grandes grupos o mejor dicho tres programas para dar cabida a todos los internos que alberga la misma: RESPETO; UNIDAD TERAPEUTICA EDUCATIVA (U.T.E.) Y MODULOS DINAMIZADOS. Este proyecto innovador y más racional puesto en marcha por el Equipo Directivo y de Tratamiento del Centro ha dinamizado la vida en el Centro Penitenciario de tal manera que los internos son valorados para beneficios (permisos, trabajo, grado) dependiendo más de su evolución conductual y tratamental que como un simple cumplimiento de fechas en su condena o una aparente “buena conducta”, al participar en su evaluación tanto los profesionales del Equipo Técnico como los funcionarios de vigilancia, auténticos conocedores de la evolución de los internos al tener un contacto continuo y estrecho con los mismos. Su opinión es fundamental porque son capaces de revelar aspectos desconocidos en entrevistas o visitas más o menos programadas del resto de Profesionales.

En unas breves pinceladas se van a describir los mismos para que el lector se haga una idea somera de cada uno. En este blog se desarrollará el proyecto de Respeto, aunque hemos puesto un enlace con otro proyecto (UTE) por si se quiere ver y conocer las actividades del mismo.


RESPETO es el nombre dado al proyecto terapéutico donde lo que debe primar es precisamente el significado amplio de dicha palabra. Sus pilares son: Limpieza y orden tanto en lo personal como en el entorno; No consumo de sustancias toxicas; Actividades diarias a tiempo completo de lunes a viernes; Control de actitudes inadaptadas; Autogestión del Módulo y sus problemas a través de la Asamblea de Internos.
El ingreso en él es totalmente voluntario y cuenta en la actualidad con un gran número de solicitudes de ingreso a la espera de plazas libres. Es también el proyecto que cuenta con más adeptos entre los funcionarios, al ver en él una manera de trabajo y de cumplimiento de las condenas más adecuada. En un principio hubo incomprensiones, pero quizás el problema estuvo en no saber explicar bien el proyecto.
Está basado en el proyecto del mismo nombre iniciado en la prisión de Mansilla de Mula (León). Nació como “modulo de espera” para el Modulo Terapéutico puesto en marcha para rehabilitar a los internos con adicciones a drogas tóxicas. El número de peticiones superó con mucho a las plazas vacantes ofertadas, lo que inclinó a sus creadores a implantar un módulo con las mismas normas de conducta y comportamiento que el terapéutico pero sin terapias, ya que no contaban con el personal técnico suficiente para ello, de manera que en el mismo se fuesen acostumbrando al exigente régimen de vida que se les iba a exigir cuando pasasen a aquel.
Actualmente hay 4 módulos basados en este programa de tratamiento, incluido el modulo de mujeres.

U.T.E. Por estas iniciales se conoce al Módulo Terapéutico donde se intenta rehabilitar a las personas de las adicciones a sustancias tóxicas y su problemática personal, familiar y social. Un proyecto difícil donde los haya y a menudo mal entendido, pero ambicioso en su fin último: deshabituar a las personas de las sustancias que les hace caer en el delito y sus consecuencias, en el sentido más amplio de la palabra.
Esta proyecto ha hecho suyo el reto de:”mas difícil todavía” e intentar recuperar a la sociedad personas que llevan muchísimos años consumiendo drogas y delinquiendo, por lo cual, son dignos merecedores del reconocimiento de toda la sociedad, al intentar dentro de un entorno tan poco “terapéutico” como es una prisión, devolver a la sociedad personas libres de todas sus ataduras anteriores y que le han costado años de duro sufrimiento. Su ingreso es voluntario.
Este proyecto cuenta con menos adeptos entre los internos, aunque en la actualidad hay dos módulos casi al límite de su capacidad. Y es que es muy difícil rehabilitar a una persona de aquello que es y ha sido su motivo de vida: la adicción a sustancias estupefacientes, eludiendo con ello la realidad que les ha rodeado.
Este proyecto está inspirado en la Unidad Terapéutica de Villabona (Asturias) y la implicación y compenetración tanto de los funcionarios como del personal Técnico es absoluta, porque de su continuidad y equilibrada aplicación dependerán los resultados con personas con una trayectoria personal y penal muy complicada.
Actualmente hay dos módulo en el Centro con este tipo de programa de tratamiento.

DINAMIZADOS. Son los módulos tradicionales de cualquier prisión, pero con una variante. Los Trabajadores de dichos módulos se encargan de dinamizarlos con programas socio-educativos y de entretenimiento. No todos los internos se acogen a esta posibilidad, por lo que hay un grupo, cada vez menos numeroso de ellos, que prefieren la rutina carcelaria de las tres comidas, siesta y entre horas, paseos interminables, juegos de mesa y “buscarse la vida” en lo que le puedan proporcionar. Las normas que rigen en los mismos son las mínimas indispensables para la marcha del mismo y basadas en la Ley y el Reglamento Penitenciario, por lo cual, aunque mínimas, son de obligado cumplimiento.
Estos módulos son la base para su pase a los anteriormente descritos, cuando el Educador y Funcionarios, aprecian que hay un cambio de actitud en la(s) persona(s). Por ello, al comenzar a disfrutar permisos de salida o solicitan un trabajo remunerado, se toma como buen comienzo para poder dar el salto a “Respeto”, principalmente, aunque también se prepara a las personas para su pase a la UTE, cuando se aprecia una gran problemática de drogadicción y el interno, consciente de su situación personal, penal y penitenciaria, pide ayuda para deshabituarse de aquello que le está arruinando tanto su vida personal, como familiar y social.
En la actualidad hay tres módulos de estas características y normalmente no se suelen llevar al máximo de su capacidad, aunque en momentos puntuales, se ha llegado a su máximo nivel de ocupación, dependiendo de la “demanda”.
Estos módulos suelen albergarlos también, los internos que han fracasado en los anteriores proyectos, y con voluntad y bajo petición, pueden ser “repescados” para volver de donde salieron.

En todo este entramado de programas converge en la pieza mas fundamental de todo el sistema: LOS FUNCIONARIOS.
Son ellos los encargados de distribuir de manera equilibrada las dos difíciles tareas, antagónicas en su base, pero necesarias para la buena marcha de todo el sistema: TRATAMIENTO Y SEGURIDAD.
Por ello su misión, difícil y muchas veces mal comprendida, es la base de todo el sistema. Su estrecha relación de convivencia durante muchas horas con los internos así como la correcta aplicación de las normas, siendo exigente en unas ocasiones y comprensivo en otras, hace que el sistema emprendido en el C.P. de Jaén se equilibre y funcione con éxito en la actualidad.